Plenaria propone
otra manera de comunicar.
Hace ya un tiempo que Plenaria ha resuelto un nuevo encare en la forma de comunicar. Ya no damos notas directas a la prensa ni hay voceros designados. Toda comunicación de Plenaria nace y se difunde por el propio colectivo a través de nuestros espacios, y quién quiera tener la información sin filtros ni distorsiones puede acceder a ella en las redes, por nuestras publicaciones impresas o yendo a nuestras actividades que son públicas y abiertas.
Cubrimos nuestras
actividades con imágenes y crónicas en directo, damos detalles de lo que hacemos
que ningún periodista podría dar. En resumen: Damos la cara sin intermediarios,
de forma mucho más completa, esa es la verdad. Luego que cada cual elija si
prefiere buscar información chatarra, prensa roja manipulada por la derecha y
los servicios, o la que ofrecemos nosotros de primera mano al alcance de todo
el mundo, transparente y directa.
En este panorama, en
las últimas semanas mucha prensa ha preferido repetir falsedades y absurdos
sobre Plenaria Memoria y Justicia. Primero señalándonos como protagonistas de
los hechos vinculados a La Solidaria, diciendo que ese local era nuestra sede, ¡cuando los propios periodistas han visitado nuestros espacios de reunión en los
sindicatos por más de 17 años!
La presencia de
nuestra compañera Irma, cómo de otros integrantes de Plenaria se repite en
varias situaciones de ocupaciones, marchas o conflictos porque consideramos que el papel de una
organización de DDHH que se propone enfrentar la impunidad no puede actuar
desde atrás de un escritorio. Nosotros ponemos el cuerpo y la solidaridad en el
lugar, pero eso no nos hace protagonistas de cada convocatoria, sino solidarios.
Atentos a denunciar la brutalidad policial, y aportando la memoria de cómo
lucharon nuestros compañeros y compañeras.
Y esto es otra
verdad omitida. Plenaria Memoria y Justicia es una organización social abierta,
a cuyas asambleas puede ir quien quiera semana a semana hace 17 años. Y se van
a encontrar con hijos y familiares de desaparecidos, ex presas, sindicalistas,
desocupados y estudiantes de distintas
generaciones e ideas políticas, sin dirigentes ni dirigidos. Sólo hay que tener
la voluntad de ir, pero claro es más fácil o más conveniente repetir mentiras
sin investigar nada. Muchos periodistas tendrían que replantearse cuál es su
rol como comunicadores.
Tan falso es todo
el teatro de la prensa que ni siquiera han accedido a conocer y difundir la
verdad cuando nosotros mismos los hemos invitado a tener la información de
primera mano. Hecho concretado cuando nos reunimos con la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) en un intento
por tener un diálogo directo con los trabajadores. Ocasión en las que nos confesaron
que entre ellos se movían los servicios de Inteligencia y que en general estaba
muy claro que era Plenaria y como dábamos la cara. Aún así siguieron publicando
otra cosa distinta. Para nosotros ahí se confirmó que no había una preocupación
mínima por quebrar el ciclo de la mentira, al menos en los grandes medios. El
periodismo en ese nivel es chatarra, salvo raras excepciones los periodistas
contribuyen a respaldar la mercantilización, y la banalización de la lucha por
los DDHH. Lo habitual es que los periodistas se dejan manipular sin ingenuidad
por informes de los servicios, maniobras de la derecha o el oficialismo. Ojalá
algún día surja un periodismo a la altura de la verdad.
Pero de lo más
berreta y distorsionado que hemos escuchado es la operación en que el "periodista" Gabriel Pereyra entrevista a un supuesto infiltrado en Plenaria. Empezando por el hecho de que su supuesto
entrevistado parece ser un tira con escasa preparación al que el propio Pereyra debe guiar en su
relato cuando empieza a descarrillar hasta el absurdo. Y es que el propio Gabriel Pereyra es el
operador de los servicios. Un fachito conocido ya por todo el mundo que podría
triunfar lo mismo en la policía que en la prensa chatarra o en algún grupo
paramilitar. Nada de lo difunde tiene el más mínimo atisbo de verdad. Y cuando
trata –a través de la marioneta entrevistada- de afirmarse en hechos y nombres
por todos conocidos, incluso ahí le erra. No se ha preocupado por estudiar la
historia ni siquiera para darle un halo de veracidad a sus inventos. Es
sencillamente patético. No quita sin embargo que repudiemos las
descalificaciones que desde esa maniobra mediática se lanza hacia nuestra
compañera Irma, su hija y otros respetados históricos militantes que se
mencionan en la entrevista.
Por supuesto que esa infiltración jamás existió, lo podemos afirmar categóricamente. En primer lugar porque no hay nada secreto que infiltrar ya que nuestras asambleas son abiertas y no hay otra instancia que esas asambleas abiertas. Pero fundamentalmente porque no hay nada que ocultar: hablamos de escrachar represores, buscamos sus direcciones, escribimos revistas, analizamos la realidad, nos solidarizamos con otros conflictos y denunciamos la impunidad del aparato represivo. ¿Cuál es el misterio que merecería infiltrar? ¿Cuál es el delito?
No obstante lo que
si hay es una criminalización permanente de este colectivo humano, hemos
detectado una y otra vez cómo el Ministerio del Interior nos vigila en las
actividades y se meten en las marchas. Tanto con el DOE como con otros cuerpos
especiales. Hecho que denunciamos y documentamos ya hace mucho tiempo, ofrecemos como prueba el
documental que realizamos denominado “Todos en la mira” de libre circulación en
las redes. Allí verán los rostros de los tiras, espiando no sólo nuestras
marchas sino la de otras organizaciones sociales, gremios y colectivos de
resistencia. Allí verán con mucho más detalle las pruebas contundentes del espionaje en
democracia.
Porque hay que
recordar que en este país se espía y persigue a militantes sociales y políticos
desde antes de la dictadura, y que eso continuó en democracia hasta nuestros
días. Y sino que basta con leer los “archivos Castiglioni”.
Aclarado estos
puntos: en adelante, sin nada que esconder y con nuestras puertas y ventanas
abiertas los esperamos con una comunicación franca, transparente y de primera
mano. Por nuestros espacios en las
redes, nuestros impresos y en directo en las movilizaciones. Contra el
periodismo chatarra y la maniobra de los
Servicios de Inteligencia.
Plenaria Memoria y
Justicia
Documental realizado por Plenaria Memoria y justicia centrado en las distintas modalidades de control que tienen los Estados para criminalizar la pobreza y la protesta.