José Nino Gavazzo es uno de los personajes más siniestros de la historia del Uruguay, cuenta con una gran cantidad de denuncias, tortura, asesinato, secuestro, robo de niños, violaciones y diversos tipos de delitos económicos forman parte de su legajo.
Nació el 2 de octubre de 1939, casado, tres hijas. Actualmente se encuentra preso en la cárcel VIP, en el Hospital Militar, de vuelta en su casa.
Está procesado por el asesinato y desaparición del maestro Julio Castro pero todo reducido a penas de “Asesinatos especialmente agravados”
Esta procesado por el caso de los secuestros y desapariciones de Mechoso, Soba, Duarte, Barrios, Simón. Actuó con Aníbal Gordon en Orletti.
Estuvo en el Centro Clandestino de la CASA de Punta Gorda, llamado el Infierno chico.
En la casona de Millán
ESTA PROCESADO POR 28 HOMICIDIOS ESPECIALMENTE AGRAVADOS INCLUYENDO EL DEL MAESTRO JULIO CASTRO
Realizar un prontuario completo -aunque es necesario- resulta difícil, así que les dejamos un resumen de su trayectoria criminal realizada por Roger Rodríguez.
Carrera militar
Ingresó al Ejército el 1º de marzo de 1956, en el Arma de
Artillería. Cuatro años más tarde revistaba en el Grupo de Artillería Nº 5. En
1966, con el grado de capitán, se desempeñaba como instructor en la Escuela
Militar.
En 1970 viaja a Estados Unidos donde, como otros militares
de su tiempo, recibe instrucción norteamericana en lucha “insurgente”,
especialización que él mismo complementaría en la práctica en el futuro. Un año
después, ya con el grado de mayor, aparece en la Región Militar IV con asiento
en Minas.
Entre 1972 y 1973 está en el S2 (inteligencia) de la
División de Ejército I. Es cuando se le tomó la histórica foto en la que, de
lentes negros, vigila en la Plaza Independencia a quienes apoyaron al
presidente Juan María Bordaberry en su decisión de disolver las cámaras aquel
27 de junio de 1973.
En ese período se había transformado en un particular alumno
del general Ramón Trabal, bajo cuyo mando participó en la represión contra el
Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros e incluso en las negociaciones
del Batallón Florida, durante la tregua del “estado de guerra interno” en el
país.
Entre 1974 y 1975, Gavazzo actúa en el S2 del Grupo de
Artillería Nº 1, integrado a la Oficina Coordinadora de Operaciones
Antisubversivas (OCOA), con la que Uruguay participó en la coordinación
represiva de las dictaduras de la región constituida en Chile bajo el nombre de
“Plan Cóndor”.
Barrios, Soca,
Miranda…
Entonces es que el militante tupamaro Washington Barrios es
secuestrado en Argentina (17 de setiembre de 1974) y cinco meses después (21 de
abril de 1975) su esposa, Silvia Reyes, es asesinada junto a Laura Raggio y
Diana Maidanick, en un operativo militar sobre su casa en el barrio Brazo
Oriental.
También en ese tiempo se realiza en Buenos Aires el
secuestro de seis uruguayos que trasladados a Montevideo fueron recluidos en el
centro clandestino La Casona de Punta Gorda. Cinco de ellos fueron fusilados en
Soca como “represalia” por el asesinato del general Ramón Trabal en París.
En esa etapa, otras víctimas serían militantes del Partido
Comunista del Uruguay (PCU), incluso en Argentina, desde donde se iniciaron los
traslados ilegales de detenidos, a quienes llevaban al centro clandestino de
represión “300 Carlos” ubicado en los fondos del Batallón de Infantería Nº 13.
En ese marco se produce el secuestro del escribano Fernando
Miranda, cuyo cuerpo fue recuperado, enterrado, junto a la cancha de fútbol de
la unidad militar de la Avenida Instrucciones, donde se supone que podrían
haber desaparecido otros seis militantes comunistas y la maestra Elena
Quinteros.
En 1976, Gavazzo era el 2º jefe del Departamento III del
Servicio de Información y Defensa (SID) con sede en Bulevar Artigas y Palmar,
base de operaciones en los operativos de secuestro, tortura, asesinato y
desaparición de los militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) en
Buenos Aires.
Zelmar, Orletti, los
vuelos…
Ese año se concretan los asesinatos de Zelmar Michelini,
Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y Willian Whitelaw y la desaparición de
Manuel Liberoff, antes de que, con el golpe de Estado en Argentina (24 de
marzo), se encarnice la represión contra los uruguayos que se habían exiliado
en el vecino país.
En Buenos Aires, Gavazzo comanda la contraparte uruguaya de
la cordinación represiva en el centro clandestino Automotores Orletti, donde
con la banda del paramilitar Aníbal Gordon y elementos de la Policía Federal se
concreta el secuestro y desaparición de medio centenar de militantes del PVP.
La mitad de ellos fue trasladada a Uruguay el 23 de julio de
1976 en un vuelo piloteado por el actual comandante en jefe de la Fuerza Aérea,
brigadier Enrique Bonelli, y fueron presentados como “capturados” en un falso
operativo en Shangrilá que el propio Gavazzo narró en un comunicado de la
Dinarp.
El resto de los militantes del PVP también fue trasladado a
Montevideo en un “segundo vuelo”, piloteado por el ex comandante José Malaquín,
y, entregados al Ejército, habrían sobrevivido un mes en una base desconocida
antes de ser asesinado y enterrados, probablemente, en una fosa común no
reconocida.
Apadrinado por el general Amaury Prantl desde el SID,
Gavazzo operó en la interna militar desde la publicación “El Talero” contra las
aspiraciones presidenciales del general Gregorio Alvarez. El 24 de agosto de
1978, el Goyo le dio la baja con el grado de teniente coronel por su resolución
Nº 53/495.
Desacato, extorsión,
impunidad…
En los años siguientes Gavazzo se dedicó a negociados en la
actividad privada, hasta que, tras la reinstitucionalización del país y
denunciado por sus crímenes, se negó a comparecer ante la Justicia. Desacato
que esgrimió el presidente Julio María Sanguinetti para aprobar la Ley de
Caducidad en 1986.
Casi un decenio después, el 7 de enero de 1995, LA REPUBLICA
titulaba que Gavazzo había sido procesado con prisión por el delito de
“extorsión”, en el marco de una falsificación de dólares por la que el juez
penal Eduardo Borges también envió a la cárcel a su socio, el policía Ricardo
“Conejo” Medina.
En los últimos años, Gavazzo ha exhibido su impunidad desde
sonrientes fotografías que la prensa le pudo tomar durante el casamiento de una
de sus hijas frente al registro civil o en los entierros de otros represores,
como el inspector Víctor Castiglioni o el coronel Lamy.
El pasado 9 de febrero, en la fecha de fundación de la
Brigada de Artillería Nº 1 (coincidente con la insubordinación militar de
1973), Gavazzo repartió sonrisas y saludos durante el acto oficial organizados
por los actuales mandos militares del gobierno del presidente Tabaré Vázquez.
En la víspera el militar retirado compareció en pocas horas ante los dos
juzgados penales que investigan el secuestro de Washington Barrios en
Argentina, y el posterior asesinato de su esposa en Montevideo.
Debió ser escoltado y protegido por la brigada policial de
operaciones judiciales.
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