Cuando la impunidad
es ley, la condena social es orden
Este sábado 4 de
junio, Plenaria Memoria y Justicia junto la Asociación
de Funcionarios de la Universidad de la República, la Unión de Funcionarios del
Codicen, el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas, la Mesa
permanente por los Derechos Humanos, la Tendencia Clasista y Combativa y
compañeros y compañeras independientes que conformamos la “Coordinación
Escrache a Ramas”, convocamos a un Escrache al coronel retirado Ernesto Ramas
frente a su casa “Rosemar” en la ciudad de Piriápolis, situada en la calle
Talcahuano entre Sarmiento y Urquiza.
Ernesto Ramas,
torturó, asesinó, secuestró y desapareció compañeros y compañeras. Estuvo
encargado de la Organización Coordinadora de Operaciones Antisubversivas
(OCOA), teniendo así un rol importante en el Plan Cóndor. Operó en Uruguay y
Argentina, torturó mayoritariamente en los centros de detención clandestinos
Automotores Orletti en Buenos Aires, la casona de Punta Gorda, mejor conocida
como “Infierno chico”, en Montevideo y participó de los vuelos de la muerte. Es
culpable de la desaparición de María Claudia García de Gelman, Adalberto Soba,
Alberto Mechoso, Gerardo Gatti, León Duarte, Walter Barrios, del asesinato de
Silvia Reyes, Daiana Maidanik y Laura Raggio, y del secuestro y apropiación de
Simón Riquelo, entre otras 28 causas en la que está implicado.
En 2011 fue
sentenciado a 25 años de prisión por el asesinato especialmente agravado de
María Claudia García de Gelman, pero nunca pisó una cárcel. No fue juzgado por
torturas o desaparición forzada y deambuló por dependencias del hospital
militar hasta que el 24 de diciembre de 2015 el juez Martín Gesto le concedió
la libertad de estar en su casa mediante la “prisión domiciliaria”. Algunos
vecinos lo han reconocido transitando las calles y comprando en el
supermercado, lo que nos ratifica su impune libertad.
Ante la excarcelación
que explicita las prebendas judiciales con que el Estado beneficia a los
torturadores y genocidas responsables, el Escrache es la Justicia con
mayúsculas, es la necesidad imperiosa de la condena social movida por profundas
causas humanas, debido a que la desaparición forzada, la tortura, la
apropiación ilegal y el secuestro por razones políticas son delitos de lesa
humanidad, por ende imprescriptibles. Los genocidas al mantener a nuestros
compañeros y compañeras desaparecidas los siguen cometiendo. Por eso Ramas,
Gavazzo, Silveira, Álvarez, Méndez, Ferro, Lucero y los más de 500 militares y
civiles identificados que andan libres, fueron, son y serán Escrachados.
La caravana de la
justicia se concentrará a las 11 hs en el Obelisco de Montevideo para comenzar
la marcha hacia Piriápolis. A las 14 hs nos concentraremos en la Rambla y
Piria, en la rotonda frente al viejo Hotel Colón, para desplegar las pancartas
y marchar cuatro cuadras y media por la calle Talcahuano hasta la casa del
represor impune. Dentro de las oratorias estará presente el testimonio del
compañero Sandro Soba, hijo de Adalberto Soba. Ambos fueron secuestrados por
Ramas, el padre continúa desaparecido.
Podrán zafar de la
justicia institucional consiguiendo beneficios y excarcelaciones, pero de la
condena social no van a zafar.
¡A donde vayan los
iremos a buscar!
¡Si no hay Justicia,
hay Escrache Popular!
Plenaria
Memoria y Justicia
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