27 de junio de 2018

Proclama : Marcha del 27 de Junio


Este 27 de Junio, se realizó una marcha, que partió desde el Hospital Español (Garibaldi, esquina Pando), rumbo al Comando General del Ejercito.

La marcha organizada por la Coordinación 27 de Junio, fue convocada por varios sindicatos, gremios estudiantiles, organizaciones sociales y de DDHH.

Bajo la consigna de: Ningún milico en las calles. Ningún impune sin condena!!!

Proclama leída por Plenaria Memoria y Justicia



Compañeras, compañeros: Como cada 27 de junio, venimos a juntar nuestras voces a más voces; a las que hoy, siguen soñando; a los que hoy, están ocupando; a las que hoy siguen deseando otro mundo; otra humanidad.

Venimos a decir que, en medio de tantas mentiras oficiales esa montaña de la que escribía Omar Cabezas, es algo más que una inmensa estepa verde entre tanta patraña organizada por las Fuerzas Armadas, los Estados y gobiernos de turno, esa montaña brilla cada vez más, en la memoria, los deseos y los sueños de nuestras compañeras y nuestros compañeros desaparecidos o caídos en la lucha.

Venimos a condenar el rol de: Comandos, Generales y ricachones. Venimos a decirle a Manini Ríos y al máximo jefe de las Fuerzas Armadas; el presidente Tabaré Vázquez, que no nos confunden, porque cada vez que han dicho estar de pie, cada vez que se levantan, sabemos que nos van a disparar.

Es este pueblo el que está de pie, al que nadie pondrá de rodillas porque como mujeres y hombres que soñamos con la libertad apostamos a una humanidad diferente, sin opresores ni genocidas. Sí queremos y defenderemos otras formas de organización, donde los conflictos sean autorregulados sin instituciones con dispositivos de control como maquinas de guerra.

A eso venimos, a sumar nuestras voces a otras voces para no sólo acallar la voz militar sino a derrotarlos.

Venimos a decir que tenemos que frenar el ruido de las botas, el tronar de sus tanques y fusiles.

Estamos acá para sumar un grito más, que denuncie la estrategia de hambre y muerte. Impunidad sostenida por la doctrina de la inseguridad ciudadana. Impunidad agazapada, escondida tras las prédicas de la inseguridad que supuestamente será combatida por policías militarizados.

Es la impunidad la que genera inseguridad para los trabajadores, jubilados, estudiantes, desocupados…

Vivimos en un mundo donde  el sistema imperante, donde el consumismo exacerbado, ha logrado resquebrajar los tejidos sociales, los códigos, generando una lucha de pobres contra pobres, disputa necesaria para mantener este sistema. Y encima nos vienen con esa propuesta, ya aplicada en otros lados, de llamar a los militares para que salgan a las calles, como gran solución a lo que ellos mismos han creado.

Pero nosotros, nosotras, sabemos que los milicos en la calle, no es la solución. Nosotros y nosotras no olvidamos que; ¡¡¡la última vez que los llamaron se quedaron 12 AÑOS!!!

Años de tortura, años de violaciones, de secuestros, años  entrenando torturadores, aprobando  leyes represivas, Escuadrones de la muerte, años de enriquecimiento ilícito. Años de impunidades y saqueos proyectados desde 1960, condicionando la vida de los y las jóvenes de hoy.

¡¡¡12 Años de TERRORISMO DE ESTADO!!!

Hoy 45 años después, seguimos sufriendo las consecuencias de ese llamado. Seguimos enfrentando esa impunidad que no fue ni será radicada por los Estados y sus gobiernos. La que asegura que más de 600 torturadores anden tranquilamente por nuestras calles. Esa impunidad que garantiza a los poderosos genocidas, cárceles de lujo, prisión domiciliaria, fugas para eludir la corta acción del poder judicial.

Aunque cientos de sobrevivientes los señalemos, los poderes se encargan de que puedan zafar.

¿Dónde? ¿Dónde está la justicia?

Los rostros impunes de los torturadores de ayer y hoy, siguen torturando a madres, hijos y hermanos, manteniendo la desaparición, garantizando con amenazas militares presupuestos para la muerte, presupuestos para la ignorancia, presupuestos para más cárceles... para más miseria.

Pero hay una justicia de la que no pueden, de la que no han podido y no podrán escapar: El de la condena social.

Esa condena que se expresa en cada escrache, en cada marcha, en cada afiche, cuando cada uno de nosotros y nosotras nos negamos a aceptar la convivencia con los torturadores. Cuando ese comerciante, que al enterarse de que ese vecino es responsable de tantos crímenes imperdonables, decide no venderle más.

Es la condena social la que ha logrado señalar a los impunes, condenarlos. La que hizo que Gavazzo no pudiera asistir al cumpleaños de su nieta, gracias al rechazo generalizado y la movilización en la calle. La que hizo que tuviera que mudarse porque no quedaba ni un vecino que no supiera de sus crímenes. Y una vez más fuimos a su casa y seguiremos yendo todas las veces que sea necesario: ¡A donde vaya lo iremos a buscar!

Es la condena social la que logró que Zuluaga no sólo no fuera al mundial, si no que el pueblo entero supiera lo que hizo y lo señalara como culpable. Ese gesto de condena social y memoria activa que logramos entre todas las organizaciones sociales y de DDHH, fue el más reciente golazo contra la impunidad.

Ahí está la justicia: en el poder de la memoria, en la organización en cada sitio, en la lucha, en la palabra certera...ahí está la reserva que nos hará más fuerte, más claros.

Hoy 45 años después venimos, a esta marcha, convocados por una coordinación que reunió a varios sindicatos, organizaciones estudiantiles, organizaciones sociales. Una coordinación que también realizó varios talleres en centros de estudio, donde se debatió, se compartió, se rescató la memoria de los hechos.

Hoy 45 años después, tantos espacios diversos nos juntamos para señalar este símbolo del terrorismo de Estado. Para que no se olvide aquel 27 de Junio, para acallar la voz militar.

Porque no estamos dispuestos a aceptar la militarización de la sociedad.
No aceptamos medidas prontas de seguridad.
No aceptamos a los milicos en las calles
Ni a los impunes sin condena.

De la condena social no escaparan.
Arriba la lucha por la emancipación.
¡Ahora Justicia!


Montevideo, 27 de Junio 2018


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