Un cuartel
Difícil es poder tener alguna vez la dimensión total de lo que significó
permanecer en una lujosa casa de Punta Gorda convertida en centro de tortura y
punto de partida de la apropiación y desaparición de niños, mujeres y hombres.
Cuando nos enfrentamos frente a una denuncia de violaciones de DDHH, más
allá de señalar al autor material, al que dio las órdenes y al cómplice de
torturar, asesinar, secuestrar etc., existe una responsabilidad Institucional.
Toda la institución militar, quienes la integran y representan, son
responsables de dicho crimen.
Las FFAA esencialmente se forman en una doctrina de actuar bajo órdenes,
no cuestionar, obedecer y actuar como
cuerpo. La verticalidad fue parte
sustancial de la Doctrina de la Seguridad Nacional. En los cuarteles la premisa ha sido: se
obedece no se piensa.
Toda la vida del cuartel gira en torno a una Plaza de armas, el Casino
de Oficiales, las Oficinas del Comandante, los sitios de la tropa, la perrera,
algún lugar de Tiro alguna cancha y en algún rincón de ese infierno una Sala de
Tortura. Ubicada en algún galpón, o algún garaje o algún chiquero o
caballeriza… esos sitios han sido camuflados, remodelados.
Aun los que vivieron la tortura se quedan asombrados cada vez que
aparecen nuevos relatos del espanto. Debajo de la capucha se oía y sufría, pero
cada cual captó aspectos diferentes de lo que sucedía en las Salas de Tortura y
entre todos esos relatos se armó y se sigue armando la memoria de lo sucedido.
A lo largo del tiempo se arma ese puzle con relatos propios del Infierno
de Dante o de los castigos prometidos a
los pecadores, por las iglesias desde hace siglos. Los nueve círculos del
infierno concebido por Dante puede darnos la dimensión de que esas unidades
represivas eran un todo y como tal funcionaban.
Gracias a esos relatos se han ido armando listas y con nombres de
cientos de militares denunciados y sin embargo todavía faltan muchos que han
quedado amparados por esta impunidad que nos rodea. Hay quienes a pesar de que
se los ha ubicado en diferentes centros de tortura hoy cuentan con un “expediente
limpio” porque no ha habido hasta la fecha alguna denuncia directa que los
señale y sin embargo…
¿Alguien cree que algún miembro oficial o tropa de un cuartel no sabía
que se torturaba?
¿Alguien cree que el que abría la compuerta a la entrada del Batallón no
es culpable?
Ahí entraban hombres y mujeres encapuchados a los gritos.
¿Y acaso no son responsables?
Desde el momento que se daba la orden de salir a un operativo, los que
participaban, soldados y oficiales, choferes y médicos ¿pueden no ser responsables?
Y los que se quedaban a la espera de que volvieran sabían lo que se
hacía y como se hacía.
Los que bajaron a los detenidos de los camiones militares y los tiraron
en un piso helado o colgaron o pusieron de plantón a alguien ¿No son
torturadores?
Los soldados que estaban de guardia custodiando a mujeres y hombres
atados y desnudos ¿no son torturadores?
Los que te llevaban al baño o te dejaban orinar encima o te negaban un
vaso de agua ¿no son torturadores?
Los que te empujaban por las escaleras y te conducían a la sala de interrogatorio ¿no sabían adonde
te llevaban? ¿No son torturadores?
Los que subían las radios para evitar que se oyeran los alaridos de
los/las torturadas ¿No son cómplices?
Los que te manoseaban de pasada en un plantón ¿no son vejadores?
Entonces en el Infierno de los opresores ningún Oficial es inocente.
Ningún soldado es inocente.
Todos los que pisaron un cuartel sabían o eran participantes directos de
las torturas.
Los que aplicaron las políticas de destrucción en las cárceles son conscientes
de la brutalidad ejercida.
Todos fueron y son parte de un aparato creado para someter. Si se
oponían eran el enemigo y para ellos las órdenes eran órdenes. La obediencia
era ley y los mandamás querían que TODOS FUERAN PARTE DE LA MAQUINA. Lo imperante fue: todos estamos en el mismo
baile. Acá nadie está al margen de la TAREA. La patria pide que tortures, mates y violes. Y la familia militar
CUMPLE. Aunque se tratara de quitarle un bebé a una muchacha que recién paría.
Aunque se tratara de violar a una adolescente.
Entonces que el nombre esté o no en alguna denuncia judicial no los vuelve inocentes.
Estuvo ubicado en
el Buceo donde está construido el Complejo Habitacional CH 98 entre las calles
Saldanha Da Gama y Nicolás Piaggio.
Este cuartel fue la base operativa a la Inteligencia Militar entre 1972 al final
de la Dictadura. Allí estuvieron gran parte de los oficiales que recibieron
entrenamientos de contrainsurgencia, que se especializaron en torturar en la
Escuela de las Américas.
Cientos de presos/as fueron allí torturados.
Allí se llevó adelante la Tregua con el MLN
(T) en 1972.Desde allí se instrumentaron cientos de operativos de
allanamientos, represiones e intervenciones militares durante toda la
dictadura.
Allí fueron asesinados en la tortura los
compañeros:
Juan Facchinelli el
27 junio 1972, 32 años, integrante del MLN (T) estudiante de Arquitectura y
profesor de Secundaria.
Walter Hugo
Arteche el 19 de agosto de 1973 tenía 27 años, obrero
integrante del MLN (T) ·
Gerardo Alter, 27
años, compañero argentino, del ERP y de la Junta Revolucionaria.
HAY DENUNCIAS DE QUE ES POSIBLE QUE ALLÍ
HUBIERAN ENTERRADO A ELENA QUINTEROS. Hasta el día de hoy no se investigó.
Cuando el cuartel
es tirado abajo el Batallón Florida se traslada a lo que fue la cárcel de Punta
de Rieles y en 1994 al km 14 de Camino Maldonado. Allí funciona Infantería 1, 2
y 3
Los
jefes del Batallón Florida durante la dictadura fueron:
- Del 1/5/70 a 31/5/72 Tte. Cnel Rafael J Canepa
- Del 1/6/72 a 1/1/73 Tte. Cnel Carlos Legnani
- Del 2/1/73 a 27/3/74 Tte. Cnel José L Caputo
- Del 28/3/74 a 22/3/79 Tte. Cnel Yamandu Sequeira
- Del 23/3/79 a 6/3/83 Tte. Cnel Héctor l Terra
- Del 8/3/83 a 16/5/84 Tte. Cnel Horacio Gramponi
Algunos militares
identificados de este cuartel:
- Hermes Tarigo: Capitán
- Alberto Grignoli: Teniente
- Caubarrere: Teniente
- Carlos Rama:
- Carlos Legnani: Teniente Coronel
- Castro: Mayor (realizaba las actas)
- Luis González: Capitán
- Carlos Alfonso: Teniente
- Durañone: Teniente
- Maurente: Teniente
- Iribarne: Alférez
- Orasmar Pereyra: Teniente
- Corbo: Mayor
- Guillermo Cedrés.
- Calcagno Gorlero, Carlos “El Gordo” (a) “Martín”
- Dr. Muñoz Michelini
- Armando Méndez
- Carlos Lotey
- Julio Rapela
- Mario Zerpa
- Camacho Pastorino, Tabaré
- Dr. Juan Antonio Riva condenado por el comité de ética médica de FEMI por torturas en 1972.
Cuando estaban haciendo los cimientos del que sería ch98 la máquina sacó un esqueleto humano. Hablamos con el capataz ... Dijo van varios q sacamos. Impunidad total
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