Ante la contraofensiva de Zuluaga contra las organizaciones de DDHH y particularmente contra Richard Mariani, vocero de la campaña “Gol a la Impunidad”.
Cuando todavía tenemos fresca la memoria de aquella campaña para sacar al represor Zuluaga de la selección. Cuando todavía recordamos aquella quijotada firma a firma, hora a hora peleando un partido que parecía imposible.
Cuarenta días de incesante condena social. Superando todas las barreras, quebrando todas las murallas junto a esa barra de gurises llenos de Rebeldía y todas las organizaciones de DDHH. Cuando Zuluaga primero dijo cobardemente que no era Zuluaga, y luego ante toda la evidencia dijo que no era represor de esa dependencia de Inteligencia; y luego ante la nueva evidencia que no había tenido nada que ver. Como los nazis derrotados, negando lo innegable para salvar su pellejo. Negando todo lo ocurrido en ese centro de torturas. Desfilando patéticamente por los canales junto a su abogado, Diego Durand, con toda esa impunidad e hipocresía alegando que el solo firmaba papeles. Que, como subcomisario no oía los gritos de las violaciones y los submarinos al lado de su oficina, que no suponía el destino de los detenidos y los desaparecidos de los interrogatorios que firmaba…
…Intuíamos que de un momento a otro Zuluaga y su abogado iban volver por revancha. Como lo han hecho siempre contra todos los que hemos luchado incesantemente por la memoria y la justicia. Sospechábamos que ese zarpazo iba a venir, como lo han hecho siempre. Y ahí están de nuevo, judicializando la protesta. El poder punitivo del Estado no acusa a los violadores de los DDHH, sino que apunta a los y las que luchan, los que con su propia voz ejercen la condena social como método de lucha contra la impunidad. En este caso apuntan a uno de los que se puso la campaña al hombro, pretendiendo ocultar una verdadera lucha colectiva de decenas de organizaciones y cientos de adhesiones personales.
Apuntan contra un botija de barrio, al Richard, como lo fuimos conociendo. Y no es casualidad. La bronca de los fachos es que la memoria y la dignidad renacen todo el tiempo, mientras ellos se pudren en su impunidad. La bronca de los milicos es que no nos derrotaron, y renacemos en cada rebeldía. Porque no somos un nombre, somos una idea.
Por eso el día 9 de noviembre el vocero de la campaña “Gol a la Impunidad” debió comparecer ante la justicia. El abogado del represor arremetió con una montaña de papeles absurdos reclamando que Zuluaga había sido injuriado. Este es el mundo al revés, donde un subcomisario de la dictadura se atreve a arremeter contra las organizaciones de DDHH. Aún cuando se han presentado más de 6 carpetas de pruebas y testimonios que evidencian su participación en la represión. Hace años que se viene denunciando todo lo ocurrido en la DNII, pero los expedientes duermen en despachos, sin embargo con celeridad se movio la denuncia del represor contra los militantes de DDHH .
Zuluaga es un represor impune y todos los sabemos más allá de toda chicana judicial. Toda la sociedad lo sabe. Richard es un muchacho que no se calló ante esa situación y por eso es llevado a la justicia. Esta es la muestra palpable de la vigencia de los pactos de impunidad. De lo contrario esto no sucedería.
En las horas y semanas que siguen estamos expectantes.
Preocupados, ofendidos por esta afrenta a la sociedad y los DDHH estamos alertas ante nuevas citaciones, ante nuevas campañas criminalizadoras y convocamos a redoblar las denuncias contra el represor, a seguir impulsando la condena social como método para quebrar la impunidad y reforzar la solidaridad con el vocero de la campaña “Gol a la Impunidad” de la que fuimos parte firmante junto a cientos de personas más y decenas de organizaciones sociales. A 13 años de haberse generalizado y arraigado la consigna, hoy vuelve a estar presente, ante el avance fascista, ante la criminalización de la protesta:
SI TOCAN A
UNO TOCAN A TODOS
¡No hay Olvido ni Perdón!
Plenaria Memoria y Justicia
Artículos relacionados:
Campaña de repudio a Zuluaga
Quién es Miguel Zuluaga
Nota de Brecha: El "Zulu" de la Celeste
No hay comentarios:
Publicar un comentario